12 de septiembre de 2015.-CEOE Zaragoza se opone a la subida de impuestos a las empresas y advierte que el aumento del IBI que anuncia el Ayuntamiento repercutiría sobre más de 4.000 edificios de uso industrial, comercial y de ocio

Los empresarios zaragozanos instan al Ayuntamiento “a trabajar con el objetivo de ser sostenible por sí mismo y no a través de más presión fiscal”

Ante la subida de impuestos a las empresas anunciada esta semana por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital aragonesa, CEOE Zaragoza advierte que “plantear una mayor presión fiscal para las empresas, cuando el sector está centrando todos sus esfuerzos en la creación de empleo y la salida de la crisis, es la peor de las soluciones”. Por ello, insta al gobierno municipal “a trabajar con el objetivo de que el Ayuntamiento sea sostenible por si mismo y no a través de más impuestos” y anuncia que solicitará una reunión con el consejero de Economía, Hacienda y Cultura, Fernando Rivarés, para trasladarle la situación real de las empresas, que en los últimos años arrastran subidas de hasta el 80% en su carga impositiva.

La patronal zaragozana aporta datos que demuestran el incremento progresivo del IBI e IAE que se ha sostenido estos últimos años. En el impuesto del IAE la escala de coeficientes en las cuotas tributarias según situación física del local va entre el 3,8 (categoria 1ª) y el 1,33 (categoría 9ª), y aunque en 2014 y 2015 no se modificó, en los años anteriores se aprobaron fuertes subidas en este impuesto y un cambio en el callejero fiscal en el 2012 que agravó los incrementos, aumentando el coeficiente en un 30% o un 40% en los polígonos que pasaron de categoría 9 a 8, e incluso en algún caso concreto el 58% cuando el polígono pasó de la 9 a la 7. Así, hay empresas en determinados polígonos zaragozanos que han pasado de pagar 2.208 euros al año por el Impuesto de Actividades Económicas en el 2010 a 3.980 euros en 2015, es decir, una subida del 80%.

En el caso del IBI, desde 2011 se aplican tipos de gravamen diferenciados para los pisos y locales según los distintos usos, oscilando para los usos industrial y comercial entre el 0,7340% y 0,8736%, respectivamente (en 2008 el tipo era 0,5465). En la práctica, la variación del valor catastral aplicada desde 2013, que se prorratea en 10 años, supuso para bastantes comercios un aumento del 143% y en el caso de oficinas subidas de hasta el 85%.

CEOE Zaragoza advierte además que la propuesta que baraja el gobierno de Zaragoza en Común de ampliar la aplicación de tipos impositivos diferentes de IBI al total del 10% de los edificios de uso diferenciado con un valor catastral más alto (ahora limitado a los que superan el millón de VC), repercutirá directamente a más de 4.000 inmuebles de uso comercial, de ocio e industrial.

Lejos del planteamiento anunciado por el equipo de gobierno municipal, la patronal zaragozana lleva años reivindicando una rebaja impositiva así como el aumento de los porcentajes de bonificación como permite la Ley. Junto a la rebaja de los tipos de gravamen del IBI, y de la escala de coeficientes que regula el IAE, también reclama un replanteamiento del Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, para corregir el efecto multiplicador que la subida del valor catastral ha tenido sobre el mismo. Además, CEOE Zaragoza apunta también la necesidad de rebajar las tarifas del agua en los tramos más altos y la aplicación del máximo tramo de bonificaciones que permite la Ley de Haciendas Locales para todas las Ordenanzas.

Por este motivo, y ante la alerta creada en el sector, la principal organización de los empresarios de Zaragoza solicitará una reunión para poder trasladar al responsable municipal de Hacienda la necesidad de abordar medidas de sostenibilidad económica “que no pasen por hacer pagar los platos rotos a las empresas”. La patronal recuerda que en España más de 300.000 empresas han desaparecido por la crisis y “el 60% sigue presentando pérdidas, por lo que hay muchas que no tienen capacidad para soportar todavía una mayor presión fiscal”. CEOE Zaragoza insiste en que “el tejido empresarial necesita apoyo para crear empleo y no trabas ni cargas fiscales que dificulten su recuperación y pongan en peligro la incipiente mejora de la economía”.