“La hostelería somos el sector más vertebrador de todos”

José Luis Yzuel es presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería (HORECA) de Zaragoza, que integra a la Asociación de Restaurantes y a la Asociación de Hoteles de la provincia. HORECA cuenta con más de 350 asociadas, red de pequeñas y medianas empresas. Además de defender sus intereses económicos y sociales se ocupa de promover el turismo en la provincia y en la región, algo para lo que Yzuel echa en falta una mayor implicación y apoyo de las instituciones públicas.

– ¿Cómo está la salud de los sectores de restauración y de hostelería en Zaragoza tras la crisis?

Ya se ha invertido la tendencia desde hace un par de años o tres y estamos en un momento de crecimiento positivo. Otra cosa es que los crecimientos son pequeños, que el precio final que ha quedado después de todo sigue siendo bajo y que, aunque la empresa que ha hecho los deberes está bien situada, hay muchas que han aguantado pero es posible que no aguanten la postcrisis. Sigue habiendo establecimientos en situación crítica.

– ¿Qué perspectivas de crecimiento tienen a corto y medio plazo?

– El sector va a crecer sin ninguna duda. Por una parte, todo lo que se relaciona con el sector turístico. La gente cada día se mueve más y en turismo interior en Aragón estamos bien posicionados. Tenemos mucho producto, muy atractivo. Luego hay una tendencia natural y el consumo de bebidas y comidas fuera del hogar es algo que va a ser creciente. La crisis lo ha ralentizado un poco, pero en cuanto haya una normalidad y la gente se comporte con menos miedo va a seguir creciendo. Luego el uso social de la hostelería hace que tengamos espacios de crecimiento. Cada día se celebran muchas más cosas a nivel social. Por ejemplo, hoy nadie se plantea hacer una comunión en casa y las empresas ya no se circunscriben sólo a la cena de Navidad.

– ¿Cómo está evolucionando el modelo de negocio en el sector de la hostelería?

– En general está cambiando el perfil del negocio. Yo creo que la hostelería pequeña está condenada a sufrir. Se va a seguir quedando sin ninguna duda una inmensa mayoría, pero muchos bares en barrios morirán. En cambio, cada día hay más proyectos en establecimientos grandes, franquicias, grupos de hosteleros que apuestan por locales un poco más grandes, donde te la estás jugando más pero a poco que funcione tienes posibilidad de recuperar tu inversión. Por otro lado, los centros comerciales están tirando del modelo de compra y el ocio está asociado a eso. La restauración está allí y es donde tienes unos flujos mayores de gente. La gente come donde está y tienes que estar en los centros comerciales de éxito.

– ¿Cuáles son el peso y el impacto de estas dos actividades en el conjunto de la economía de la provincia?

– En la región, hostelería y turismo estamos cercanos al 10% del PIB. Tiene mucho más peso Huesca, menos Zaragoza y seguramente en Teruel tiene cada vez más. La hostelería creo que somos el sector más vertebrador de todos, porque estamos presentes en todos los sitios de Aragón y no nos podemos deslocalizar. No hay prácticamente un pueblo sin un bar. En el Pirineo donde hay inversión en turismo son valles ricos, donde la economía funciona. Los valles en donde no hay inversión son auténticos solares.

– ¿Cómo es la colaboración entre el sector privado y las instituciones en Zaragoza para promover estos dos sectores estratégicos?

– Estamos muy infradotados a nivel presupuestario. Toda la vida hemos sido un sector mayoritariamente de microempresas que están acostumbradas a buscarse las habichuelas y a resolverse sus problemas. Hemos tenido una relación permanente y muy buena con la administración, y muchas cosas se hacen coordinados con ellos, pero nos gustaría tener un poco más de energía por su parte. Con un poco más de dinero público se podrían hacer muchas más cosas. Todo lo que se dedica a promoción se considera un gasto cuando tendría que ser visto como una inversión. Eso habría que cambiarlo, porque al final, el turismo vive de la promoción.

– ¿Cómo hace Zaragoza para diferenciarse de unos vecinos tan competitivos en la búsqueda de atraerse visitantes?

– Somos una región atractiva desde el punto de vista de la relación personal. La gente viene aquí y disfruta con cómo somos los aragoneses. Es un valor que lo dicen todas las encuestas. En el turismo de congresos una de las mayores puntuaciones es cómo se les trata a los congresistas en un congreso en Aragón. Aunque el sol y playa sigue tirando mucho, el turismo de interior va creciendo, a la gente le gusta hacer cosas distintas. En Aragón tenemos mucho producto, mucho territorio, bien dotado de infraestructuras… Los que nos visitan son, por este orden, madrileños y catalanes, luego vascos y otros. Ahí están nuestros caladeros y ahí tenemos que vender lo nuestro.

– ¿Cómo es la calidad del servicio de los restaurantes y hoteles de Zaragoza en comparación con la del resto de provincias?

– Yo creo que estamos en un nivel muy alto porque Aragón ha sido siempre referencia de precios muy competitivos, muy bajos. Tenemos un parque de hoteles absolutamente magnífico, un montón de instalaciones, muchas nuevas a raíz de la Expo de 2008. Es cierto que con la crisis precios bajos ha habido en todos lados, pero esas ofertas ya han desaparecido y ahora en Madrid por menos de 100 euros prácticamente no duermes, mientras que en Zaragoza sigue habiendo precios en hoteles buenos incluso por debajo de 50 euros. Estamos recuperando esa ventaja competitiva a costa de que los hoteles ganan poco. Pero también están mejor.

– En otras ciudades hay una polémica en torno al alquiler de pisos particulares para turistas. ¿Cómo está esta situación en Zaragoza?

– Hay todo este tema de economía colaborativa. El sol sale para todos y a todos tiene que calentarles, pero lo que no puede ser es que los sectores regulados estén permanentemente vigilados por la administración y haya otros sectores que están compitiendo todo en negro. La DGA ya ha legislado un poco el uso turístico de determinados establecimientos y está regulado el tema de los apartamentos turísticos a diferencia de otras regiones. Pero permanentemente siguen surgiendo nuevas fórmulas y la administración es lenta, muy lenta. Puedes regular, pero luego ¿quién vigila? Puertas al campo no se le pueden poner, pero no puede ser que a un hotel se le exija de arriba abajo absolutamente todo, se le haga un examen de manera permanente, y que un señor en un apartamento haga una actividad profesional y que no pase nada.