Las firmas de ANGED disponen de 200 establecimientos en Aragón y generan 6.300 empleos

La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, ANGED, es una de las importantes plataformas empresariales asociadas a CEOE Zaragoza, y representa a un sector que en Aragón da empleo directo a 6.300 personas, en torno al 13% de la ocupación minorista en Aragón. Javier Millán-Astray, director general de ANGED, destaca la necesidad de un marco normativo flexible apto  a la realidad del consumo en el siglo XXI.

– ¿Cuántas grandes firmas del sector están presentes en Aragón?

– Prácticamente todas nuestras empresas asociadas están presentes en el mercado aragonés y, en particular, en Zaragoza. En conjunto, las firmas de ANGED disponen de 200 establecimientos en Aragón, con una superficie comercial equivalente a 282.000 metros cuadrados. Estas tiendas dan empleo directo a 6.300 personas, o lo que es lo mismo, en torno al 13% de la ocupación minorista en Aragón.

Además, Aragón es una comunidad muy destacada para la producción y aprovisionamiento de algunas categorías de productos, como las relacionadas con la industria agroalimentaria. Todo ello está generando una actividad permanente con decenas de proveedores locales y autonómicos.

– ¿Se considera adecuada la actual regulación relativa a los grandes distribuidores en España?

Bruselas alertaba en su último informe sobre España que mantenemos una de las diez regulaciones comerciales más restrictivas de toda la UE. Y señala directamente la poca ambición de las comunidades autónomas a la hora de tomar medidas que favorezcan el crecimiento de las empresas y garanticen la Unidad de Mercado. Por tanto, el problema no es de una comunidad en particular si no del conjunto: tenemos un marco jurídico fragmentado, restrictivo, sujeto a numerosos cambios y conflictos judiciales y, lo que es peor, anticuado para la era digital en la que vivimos.

Hoy competimos con gigantes globales como Amazon o Alibaba, que sin una sólo tienda física, envían millones de referencias a todo el mundo las 24 horas del día. Y estamos sujetos a disrupciones que pueden cambiar de forma traumática nuestro modelo de negocio. Sin embargo, el marco regulatorio no se ha adaptado a esta nueva realidad y sigue anclado en los años 80, manteniendo fuertes distorsiones en materias como la fiscalidad, la regulación de horarios comerciales, la apertura de nuevos establecimientos o los derechos y garantías de los consumidores, entre otros, que perjudican notablemente al comercio físico frente a los que operan exclusivamente online. La viabilidad de las tiendas físicas y por tanto de la contribución laboral, fiscal y de seguridad que ellas aportan a la sociedad solo es posible con un marco jurídico moderno, flexible y equiparable para todos.

– Parece que 2013 fue el año en que el sector comenzó a salir de la crisis, ¿se prevé recuperar pronto las cifras de empleo y de negocio anteriores a la crisis?

– La economía española ha entrado en una dinámica positiva de crecimiento sostenido tanto de la actividad como del empleo. La recuperación del mercado laboral y su indiscutible impacto sobre la renta disponible de los hogares está consolidando la confianza de los hogares y el consumo. Esta dinámica se ha trasladado al comercio que, por segundo año consecutivo, cerró 2016 con un crecimiento de las ventas del 2,9%. Mientras que la afiliación a la Seguridad Social en el Comercio lleva más de dos años creciendo a un ritmo sostenido del entorno del 2%. Todos los servicios de estudios apuntan a que está tónica de crecimiento del consumo se podrá mantener a lo largo de este año, aunque a un ritmo más moderado a lo largo de este año.

Para recuperar los niveles de crisis es necesario un esfuerzo adicional por parte de todos. Estamos en un contexto propicio para impulsar reformas pendientes y eliminar los cuellos de botella que asfixian el crecimiento de las empresas, entre otros, los problemas de Unidad de Mercado que se dan en nuestro sector y en muchos otros.

– Los informes de ANGED ponen en valor que sus empresas se encuentran a la vanguardia de la sostenibilidad y responsabilidad social ¿Cuáles son las medidas más destacadas en esta materia?

Nuestras empresas están consiguiendo, por ejemplo, valorizar el 88% de los residuos de papel, cartón, plástico y madera. El 100% de las tiendas han aplicado medidas de ahorro energético en el último año y ocho de cada diez han invertido en la protección y mejora del medio ambiente. En el ámbito social, las empresas están impulsando acciones de apoyo a la infancia, la educación, la mujer, el deporte y los colectivos en riesgo de exclusión. El 90% de las empresas realizan donaciones de productos y alimentos para los más necesitados. Sin olvidar, las medidas que están aplicando para integrar la RSE en la gestión interna y la relación con sus proveedores.

Además, el gran formato comercial, por sus características y compromiso con la incorporación de nuevos productos a su surtido, es el que mejor está respondiendo a nuevas tendencias globales del consumo. Las empresas asociadas a ANGED cuentan en sus lineales con entre 1.000 y 8.000 productos de venta al público con algún tipo de certificación de sostenibilidad. En el caso de los productos alimentarios, algunas de nuestras asociadas tienen hasta 2.000 certificaciones ecológicas. El apoyo a las Indicaciones Geográficas Protegidas, las Denominaciones de Origen y las pequeñas producciones locales también es muy importante. Hay empresas de ANGED que colaboran con más de 7.000 productores locales.

– ¿Cómo se está adaptando el sector a la transformación digital en España?

– El crecimiento medio anual de la facturación online ha sido superior al 40% desde 2000. Sin embargo, el comercio online es sólo una parte de la gran transformación digital que afrontan las empresas y que afecta a todos los procesos, operaciones, logística, formación de equipos, reorganización de las tiendas, medios de pago y experiencia de compra del cliente.

La distribución está respondiendo a este desafío digital en varios ámbitos. Por un lado, invirtiendo gran cantidad recursos para mejorar la gestión de la información, que es clave en la eficiencia de las operaciones. Por otro lado, se está trabajando para optimizar todos los procesos, los costes de explotación y los márgenes. Además, estamos obligados por los consumidores a mejorar la experiencia de compra y el servicio al cliente en una multitud de canales on y off line, que se fusionan en un entorno totalmente omnicanal. De forma colateral, nuestras empresas colaboran con sus proveedores para construir una cadena de valor más sostenible desde el punto de vista social, económico y medioambiental. Por último, tenemos que preparar a nuestros equipos humanos para el proceso de transformación digital, las nuevas habilidades y perfiles profesionales. En conclusión, la tienda del futuro va a requerir un enorme esfuerzo por parte de las empresas y necesitamos un marco flexible que nos permita adaptarnos a la realidad del consumo en el siglo XXI.