ECOS REDUCIDO

Vicente Gracia, Secretario  General de la Federación de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincial (ECOS): «Hay que poner en valor la especialización y la calidad del trato al cliente del comercio de proximidad».

3.000 pymes y micropymes, que generan 17.000 puestos de trabajo, integran la  Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia, la voz de un sector que reivindica ante las instituciones mayores apoyos y mejoras fiscales

 La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS) es un claro ejemplo de cómo el asociacionismo puede hacer que las escalas cambien de una percepción micro a otra macro cuando la defensa de los intereses de un sector se hace de forma colectiva. Las cifras de ECOS son las de 3.000 empresas de Comercio y Servicios, agrupadas en las más de 83 Asociaciones Gremiales, de Zona y Comarcales, pero su alcance es todavía mucho mayor, porque estos datos dan cobertura y voz a 17.000 empleos: 5.000 autónomos y 12.000 trabajadores por cuenta ajena. Por eso, Vicente Gracia, Secretario General de ECOS, pone el acento en la importancia de un sector que aporta en torno al 13% del PIB de Aragón, dónde una de cada cuatro empresas de la comunidad es un comercio, y dónde uno de cada cuatro trabajadores está ocupado en este sector.

– ¿Un sector con peculiaridades propias en Zaragoza y provincia?

– La realidad comercial de Zaragoza, al igual que la de Aragón, depende fundamentalmente del consumo interior, y es muy diferente a la de las consideradas comunidades turísticas. Por eso, el grueso del año comercial se focaliza de septiembre a enero, mientras que las épocas de vacaciones en Semana Santa y los meses de verano de julio y agosto, la actividad baja a mínimos. En Zaragoza además el efecto fin de semana supone que la población se desplaza (estudiantes, segundas residencias, grandes superficies…) mientras el comercio en los barrios se mantiene desde el lunes hasta el sábado al mediodía. Su posicionamiento está en el consumo del día a día, dónde compite cada vez con mejor atención en punto de venta, calidad y precio.

– ¿Será difícil superar el saldo negativo de la crisis que ha afectado particularmente al pequeño comercio?

– En un ciclo económico de crisis el sector del comercio es el último en caer pero también el último en notar la recuperación. La crisis ha sido muy dura y ha supuesto el cierre de 1.400 establecimientos y 6.000 empleos entre 2009 y 2015, y al igual que entramos más tarde en la crisis por la Expo también se nota que llevamos un año de retraso en salir de ella. En 2003 se alcanzaba los 2.400 millones de euros de gasto en comercio, y ahora estaremos todavía un 15% por debajo. Lo más difícil va a ser cerrar brechas que se han abierto en zonas comerciales, y el ejemplo más claro es que en Zaragoza hay 62 calles que concentran el 38% del comercio, y el resto se reparte en 982 calles, hay mucho local vacío, hemos contabilizado más de 1.200 locales vacíos en la capital. Se han perdido 200.000 metros cuadrados de pequeño comercio mientras que los grandes formatos han aumentado en 400.000… Pese a todo, el pequeño comercio ya ha hecho el ajuste y ahora se está manteniendo. Son pymes y micropymes, muchas de ellas familiares, que generan una media de 3 empleos estables, pero ahora hace falta un ambiente favorable sobre todo en el ámbito fiscal, dónde ha habido subidas de IRPF, IVA, IBI… y también es necesario bajar el excesivo nivel de exigencia normativa que recae sobre la pequeña empresa.

– ¿Un sector preparado para las nuevas tendencias?

– Siempre, porque el comercio en Zaragoza y provincia dio el gran paso de su renovación ya entre 2000 y 2008. Hace muchos años que el comercio se ha actualizado en gestión y en modernización de los negocios. Ahora la clave se busca en poner en valor la especialización y la calidad del trato al cliente. Creemos firmemente que la sociedad va a volver a dar prioridad al comercio de proximidad, porque se valora cada vez más el consumo responsable, se busca tener más tiempo y la racionalización de horarios, se pide mayor y mejor asesoramiento, se da importancia a la calidad del producto, a conocer la procedencia… Esta tendencia nos beneficia, porque este asesoramiento y ese conocimiento especializado del producto, lo garantiza el pequeño comercio.

– ¿El comercio online se está viviendo como una amenaza o como una oportunidad?

– Mayormente como una oportunidad válida para muchos comercios que ya están aprovechando el comercio electrónico para ampliar sus ventas. Y también se están aprovechando las oportunidades que ofrece internet como escaparate, el 60% de los zaragozanos que sale a comprar antes se ha informado en internet, por lo que estamos dando formación en marketing digital y redes sociales para el posicionamiento de los comercios en la red.

– A punto de cumplir 40 años como referente del sector en Zaragoza y provincia ¿qué ventajas ofrece ECOS a sus asociados?

– Somos un referente a nivel nacional como organización y como comercio, Zaragoza es un continuo comercial con más de 2000 años de historia, y nosotros somos la segunda organización más antigua de España, lo que nos permite garantizar sin duda a nuestros asociados que somos los mayores especialistas en comercio. Partiendo de la libre adscripción y de la total independencia de la organización, defendemos los intereses del sector en todas las instancias, y facilitamos el mejor asesoramiento especializado para los asociados para el cumplimiento de sus obligaciones legales, para generar condiciones que les permitan mejorar el desarrollo de su actividad  con programas estratégicos de calidad, formación, nuevas tecnologías y campañas, y también para favorecer su ahorro.

– ¿Qué medidas se deberían aprobar por parte de las autoridades para ayudar a comercio minorista?

– Clarísimamente tienen que escuchar más a las organizaciones profesionales, tiene que haber un mayor apoyo al asociacionismo y reconocer la importancia del comercio para el desarrollo local. Tiene que haber una apuesta clara por el impulso de los planes locales de comercio, fomentar las ayudas, mejorar la fiscalidad y medir más las exigencias normativas.