“Apuesto por una investigación con capacidad de transferencia que pueda contribuir al desarrollo económico y social de Aragón y de España”

Berta Sáez es Doctora por la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, y su línea de investigación está centrada básicamente en estudios de autoinmunidad y cáncer. Tras su amplia trayectoria como profesora universitaria y su responsabilidad como decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge, el pasado mayo tomó posesión de su cargo como Rectora de la USJ. Es la primera mujer que accede al cargo de rectora en Aragón, y destaca por su gran trayectoria docente e investigadora.

Se incorporó al puesto de rectora de la Universidad San Jorge el pasado 15 de mayo, en plena pandemia.
Fue un inicio atípico, pero igual de emocionante, porque es un orgullo muy grande ser la rectora de mi universidad. Efectivamente, comencé mi andadura todavía en la etapa de confinamiento, con un gran reto como finalizar con éxito el curso 2019-2020 y empezar a preparar el curso siguiente, el 2020-2021, que evidentemente había que adaptar a la situación que vivimos. Pero con el esfuerzo y la ilusión de toda la comunidad USJ hemos conseguido convertir un obstáculo en una oportunidad para ampliar nuestras metodologías de enseñanza.

La Covid-19 ha supuesto un reto para toda la sociedad, pero, en especial, para el sector educativo. ¿Cómo se adaptó la USJ a las demandas del confinamiento que requería de formación online?
La Universidad San Jorge siempre ha apostado por la innovación y se caracteriza por su flexibilidad, por lo que la adaptación al formato online fue rápida. Semanas antes del confinamiento ya se estaba perfilando la puesta en marcha de herramientas tecnológicas que asegurasen el desarrollo de la actividad académica si la presencialidad no podía continuar.

Se incorporaron plataformas para asistir a las clases telepresenciales mediante videoconferencias y herramientas para la grabación de las sesiones, de modo que permitían a los alumnos su posterior visualización.

Además, los docentes usaron herramientas tecnológicas como chats interactivos, foros offline y comunicación vía email, entre otros. De esta manera, cada profesor decidió qué herramientas eran las más eficaces en función de las necesidades de su materia y las actividades desarrolladas en cada sesión.

¿Cómo se presenta el nuevo curso en la Universidad San Jorge? ¿Qué cambios verán los alumnos y cómo afectará la “nueva normalidad” a su formación?
Sabemos que este curso es diferente, por el contexto en el que nos encontramos, pero hemos trabajado para que para nuestros alumnos sea igual que los anteriores; igual en cuanto a la calidad de la docencia e igual en cuanto a la calidad de nuestros servicios. Hemos readaptado nuestras aulas y otros espacios para garantizar la seguridad de nuestros alumnos y hemos implantado un modelo docente que combina las clases presenciales con las telemáticas, pero con la premisa de que el alumno que tenga que estar en su casa sienta que es uno más dentro del aula.

En lo que respecta a su tarea como rectora, siendo además la primera mujer que ocupa este cargo en Aragón, ¿qué objetivos o retos se fija en esta nueva etapa? ¿Ha influido la pandemia en esas metas?
La crisis del coronavirus no cambia mis objetivos. Mi rectorado se fija sobre cuatro pilares: la importancia de hacer de la docencia, la investigación, la transferencia del conocimiento y la proyección cultural los verdaderos rasgos de identidad de la Universidad San Jorge.

Quiero poner el foco en los estudiantes, para que durante su vida universitaria puedan obtener una formación integral, centrada en los conocimientos esenciales de las distintas disciplinas y también en competencias, habilidades y valores complementarios que los hagan excelentes profesionales y extraordinarias personas. Mi objetivo es que los jóvenes no pasen de puntillas por la universidad, sino que vivan una experiencia única e irrepetible que les deje huella. Para conseguirlo quiero fomentar una vida universitaria que estimule y motive, que se convierta en un atractivo más y en un aliciente durante su formación en la Universidad San Jorge. Quiero que formen parte de una universidad inconformista y crítica.

La Universidad San Jorge, en sus años de trayectoria, ha sido pionera en implantar en Aragón grados muy demandados como el de Periodismo, Farmacia, Arquitectura, Comunicación Audiovisual… Ahora, con esas áreas consolidadas, ¿qué nuevos proyectos tiene por delante la USJ?
Acabamos de poner en marcha el Máster Universitario en Enfermería de Urgencias, Emergencias y Críticos, que era una gran demanda dentro de nuestros propios alumnos del grado de Enfermería y empieza este mismo curso, en noviembre. Este máster universitario se centra en ampliar los conocimientos necesarios para intervenir en situaciones críticas, tales como el soporte vital avanzado o los cuidados específicos al paciente crítico o politraumatizado, que se dan en la práctica diaria de enfermería.
Además, este mismo curso han arrancado dos grados, Psicología y Diseño Digital y Tecnologías Creativas, que tienen un gran potencial y que apuntalan aún más nuestra Facultad de Ciencias de la Salud y la Escuela de Arquitectura y Tecnología.

Para los próximos años, queremos seguir apostando por titulaciones con gran demanda social y que puedan cubrir necesidades laborales presentes y futuras.

Usted cuenta con un perfil investigador y también ejerció como decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge. ¿Qué papel ocupará la investigación universitaria en su rectorado?
Prioritario. Estamos en un momento en el que se está viendo de verdad la importancia que tiene la investigación en nuestra vida diaria. La investigación básica tiene que ir de la mano de la clínica porque ayuda a planificar y mejorar todos los procesos médicos. Yo apuesto por una investigación con capacidad de transferencia que pueda contribuir al desarrollo económico y social de Aragón y de España.

De la mano de la Universidad, los jóvenes estudiantes buscan dar sus primeros pasos en el mundo laboral. ¿Cómo les ayuda la USJ a establecer esa toma de contacto?
Todos los grados de la USJ incluyen prácticas obligatorias y voluntarias en las casi 2.000 empresas con las que trabajamos, y además tenemos programas de inserción laboral y bolsa de empleo que funcionan muy bien. Nuestra unidad de Orientación Profesional y Empleo realiza todos los años una gran encuesta entre nuestros titulados doce meses después de graduarse y los resultados son extraordinarios, con tasas de empleo que rondan el 90%; además, la mayor parte de los que no trabajan se debe a que continúan su formación con un posgrado.

¿Cuál es el papel de la empresa zaragozana, a la que representa CEOE, en esa inserción en el mundo laboral?
Las empresas de nuestro entorno son fundamentales. Vivimos en la era de las alianzas, de la colaboración, y por eso la Universidad San Jorge, desde su nacimiento, trabaja codo con codo con las empresas zaragozanas y aragonesas para asegurarnos de que nuestro mejor activo, los estudiantes, puedan acceder al ámbito laboral para aportar savia nueva, valor añadido.