“La clave del futuro está en la formación constante porque estudiamos para la sociedad actual y ésta avanza muy rápidamente”

Este 2019, la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía celebra sus 25 años de historia. La comunicación verbal y no verbal, la inteligencia emocional y la psicología positiva componen los pilares de esta institución que se levanta cada día con el ánimo de contribuir a mejorar la sociedad aragonesa.

En primer lugar, felicidades por ese cumpleaños redondo. En segundo lugar, ¿cuáles son las diferencias del papel de la psicopedagogía en la actualidad y en su nacimiento?

Es la primera vez que me hacen esta pregunta y es muy pertinente. Aunque tiene elementos que se conservan incluso desde la Antigua Grecia, la psicopedagogía está en continua evolución. En la sociedad actual estos cambios son más importantes que nunca. Por ejemplo, hace pocos años no había adicción a las tecnologías como sí existe ahora. O por ejemplo se desconocían determinados trastornos. Por lo tanto, implementar en los programas educativos técnicas para que el alumnado no esté tan pendiente de las pantallas es importantísimo. También ahora hay un problema con las apuestas deportivas, el cyberbullying… Lo que debe hacer la pedagogía es adaptarse en todo momento a las nuevas realidades. La sociedad actual es mucho más compleja de lo que nunca ha sido y, además de esas nuevas problemáticas, nos encontramos trastornos que antes no estaban reconocidos como la anorexia o la bulimia, o que aún no tenían una etiqueta como el déficit de atención con hiperactividad o el asperger. Y debo recalcar que no es que haya un aumento de personas afectadas, sino que cada vez se diagnostica mejor estos casos. Como la sociedad necesita dar respuesta a esos problemas, la psicopedagogía cada vez tiene más peso. Humildemente, nuestra Asociación está contribuyendo a formar profesionales para atender este tipo de problemáticas.

La psicopedagogía está íntimamente ligada a la educación. ¿Tenemos más pedagogía ahora que antes o es solo un mito?

Sí rotundo. Aparte se ha demostrado que la formación psicopedagógica es imprescindible en todo el profesorado. Hay grandes profesores que son una autoridad en su materia pero que carecen de formación psicopedagógica y eso les impide llegar bien a los alumnos. En la sociedad actual, el profesorado necesita estos instrumentos para saber cómo motivar, evaluar, resolver conflictos o incluso cómo llevar a cabo una entrevista con el alumno y su familia.

Podríamos decir que formar a todos los educadores es uno de los primeros, pero ¿cuáles son los grandes retos de la psicopedagogía en la sociedad actual?

En la sociedad del futuro está claro que todo tiene que ver con la formación inicial y permanente de toda la población. Es evidente que las personas que no tengan una mínima formación van a tener mucha dificultad para encontrar un trabajo digno, pero, aparte de esto, es muy importante una buena orientación profesional. Se da el caso de personas que tienen buenas cualidades que desconocen, y solos no saben encaminar su potencial a las necesidades del mercado. Por ejemplo, en España ahora mismo hay en torno a un 20% de demandas laborales que no se pueden cubrir porque faltan profesionales técnicos. Y esta demanda va en aumento porque hay una disincronía entre lo que necesitamos y la formación actual. Las cualidades más necesarias para el futuro son personas con inteligencia emocional, que sepan trabajar en equipo, que sean resilientes, creativos, con capacidad de innovación… y esto hay que trabajarlo, no se aprende por ciencia infusa. Creo que no se cuida suficientemente este tipo de enseñanzas, por un lado, porque no hay suficientes profesionales que tengan formación adecuada para impartirlas, y después porque falta visión de futuro en las autoridades educativas y sociales..

Uno de los grandes problemas de la infancia y juventud es el bullying. ¿Qué puede hacer la psicopedagogía para combatirlo y qué hace, en concreto, esta asociación? ¿Qué podemos hacer como sociedad para combatirlo?

El bullying ha existido siempre y ahora se agrava con el ciberbullying. Nosotros llevamos muchos años haciendo formación en la prevención, tanto en el bullying físico, verbal o psicológico como en el ciberbullying. Concretamente en Aragón unos cuantos miembros de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía hemos constituido un grupo especializado denominado : Tutoría Entre Iguales (TEI). ¿Cómo actúa este grupo? Un equipo de investigación formado por 12 profesionales va a determinados centros educativos para formar a todo el profesorado. Grosso modo todo los alumnado se implica. Todos son tutores y tutorizados. Es decir, los estudiantes más mayores tutorizan a los que son un poco más jóvenes y estos a su vez tutorizarán a los de otro curso más bajo al año siguiente. Si surge un caso de bullying el menor se lo contará a su tutor para que haga de intermediario. Si fracasa ese paso, interviene el profesor. Pero la clave en estos casos son los espectadores, los compañeros que saben que hay acoso y deciden intervenir o no. Con este programa, todos se implican. Está demostrado cuando se involucra el alumnado es mucho más efectivo.

Frente a los casos de ciberbullying, que también tratamos a diario desde nuestra Asociación, lo más importante es educar en el buen uso de la tecnología. El problema es que los adultos vemos la punta del iceberg. Las familias deben ser muy conscientes del peligro del acoso cibernético, y controlar qué páginas visita el menor, qué fotos sube. Hay niños que no tienen la madurez suficiente para manejar bien un smartphone, y debemos implicarnos para que no sean cómplices y compartan algo que pueda dañar a alguien. En internet, no hay vuelta atrás.

Abramos “el melón”. ¿Pantallas sí o pantallas no? ¿Cómo educar y hacer pedagogía con las nuevas tecnologías sin dejar que dominen a los más pequeños y jóvenes?

Hay un problema real en los niños de falta de atención. Igual que los adultos ya no leemos detenidamente un texto, los más pequeños tienen problemas para escuchar. Y claro, el profesor no puede estar continuamente haciendo llamadas de atención para que atiendan. A nuestros alumnos les falta la tranquilidad para disfrutar de cada momento: se puede aprender mucho escuchando, no todo debe ser visual. Eso hay que enseñarlo y educarlo, y las familias y el profesorado tenemos mucho que hacer al respecto. Si dejamos todo el peso de la educación en la tecnología y descuidamos otros aspectos vamos a crear personas que tengan hiperdesarrolladas unas habilidades e hipodesarrolladas otras. Yo soy partidario de que se usen todas las tecnologías porque nos abren un gran universo de información y son un recurso muy útil. Con un matiz: hay que tener una guía de uso y aprender a utilizarlas bien. En las aulas debería usarse la tecnología como una herramienta más, pero sin dejar de lado otras metodologías. Y por supuesto teniendo claro que nunca las máquinas sustituirán al profesorado porque la clave del futuro es la inteligencia emocional.

Otra de las tareas de la pedagogía es ayudar en la orientación profesional. ¿Cómo es la orientación profesional a los jóvenes en la actualidad?

Dentro de psicopedagogía hay dos variables muy importantes. Por un lado, la parte pedagógica que se dirige al proceso de enseñanza-aprendizaje y, por otro, la psicológica que tiene en cuenta las capacidades, la forma de ser, los trastornos, etc. del alumnado. No hay dos personas iguales. Por eso cuando se habla de agrupar, a nosotros nos suena estrambótico. ¿Agrupar en torno a qué? Aptitudes, actitudes, capacidades, desarrollo musical o deportivo, matemático o emocional… Reconocer las habilidades es clave en la orientación de nuestros alumnos. Hoy en día hay nuevos puestos de trabajo y salidas educativas y profesionales muy diferentes, por lo tanto, la psicopedagogía tiene un papel clave a la hora de ayudarles a decidir su futuro.

¿Cuál es la relación de esta asociación con las empresas aragonesas? ¿También (y cómo) necesitamos pedagogía en el mundo empresarial?

Nosotros estamos impartiendo formación en muchas entidades, en ámbitos de lo más variopinto. Nos adaptamos a lo que ellas nos piden en cada momento, por ejemplo, impartiendo clases de comunicación verbal y no verbal, formando a profesorado en recursos psicopedagógicos (por ej. en el caso de la formación de profesorado para autoescuelas de conducción), dando claves emocionales a personas que se presentan a oposiciones…

La psicopedagogía es uno de los pilares de los profesionales del futuro y las empresas de Aragón poco a poco van añadiendo esas competencias. Desde la Asociación damos todo tipo de facilidades, incluso nos desplazamos a cualquier punto de la región o trabajamos online. El mundo empresarial necesita la inteligencia emocional. Nuestra tarea es formar a personas para que sean competentes emocionales, y fomentar habilidades propias como la capacidad de liderazgo, la empatía, el altruismo, o el optimismo. Cada vez está más demostrado que las empresas que cuidan a sus trabajadores y a sus clientes con técnicas de inteligencia emocional tienen más éxito y obtienen mejores resultados económicos.

25 años no son cualquier cosa. ¿Cómo los piensan celebrar?

El día 24 de mayo hemos organizado un acto muy bonito en el hotel Reino de Aragón. A las 18:00 horas comenzará el evento con un invitado muy especial, Félix Albo, que viene como ponente desde la Universidad de Alicante. Proyectaremos vídeos sobre los principales eventos. Habrá dinámicas y conferencias en las que hablaremos, entre otros, los tres presidentes que ha tenido la Asociación a lo largo de estos 25 años. También hablará la presidenta de la COPOE (Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España). Esta confederación la conformamos 22 entidades de orientación de toda España, aunque la sede la tenemos en Zaragoza. Y terminaremos con un ágape para todos los invitados.
Estamos muy satisfechos porque a lo largo de este tiempo hemos crecido llegando a ser más de 400 asociados. Miles de personas se han formado con nosotros. Durante estos años hemos sido capaces de organizar ocho congresos internacionales y también de llevar a cabo cientos de cursos tanto presenciales como on line. Una buena parte del profesorado de Aragón se ha formado en nuestros cursos o ha tenido algún tipo de relación con nuestra Asociación. Creo que nos podemos definir como un crisol de personas con ganas de hacer cosas. Somos una Asociación abierta a todo el mundo y tenemos muy buenas relaciones interpersonales, algo que consideramos esencial. Estoy orgulloso de poder decir que somos “previsibles”: la gente sabe a lo que nos dedicamos, tenemos un compromiso con nuestro trabajo, una sede abierta y siempre estamos disponibles en horarios muy extendidos para responder a cualquiera que necesite nuestra ayuda.