El empresario veterinario aragonés tiene una presencia muy activa en el mundo rural, con mucho peso en el sector agrícola y ganadero

Ceve Aragon, es una asociación empresarial patronal, que ha nacido con la finalidad de vertebrar la voz del empresariado de la actividad veterinaria, así como de representar y defender sus intereses ante la administración y otras instituciones, promoviendo la unidad e integración del sector.

 

-CEVE Aragón integra a los empresarios veterinarios de Aragón. ¿Cuál es el perfil de esos profesionales y cuántos forman parte de esta asociación?

 

– La mayoría de los socios de CEVE Aragón tienen un perfil de amplia experiencia en el ámbito clínico, concretamente en la clínica de pequeños animales, un sector joven y cada vez más feminizado.

Actualmente somos 30 socios con empresas a lo largo de todo el territorio aragonés, generalmente clínicas veterinarias, que son pymes con plantillas estables que comprenden tanto a personal sanitario (veterinarios y auxiliares de clínica veterinaria, ACVs) como no sanitario (personal administrativo y de limpieza y mantenimiento), pero nuestra asociación está abierta a cualquier empresa de nuestro sector.

 

– Pocas veces se piensa en el sector veterinario desde una perspectiva económica o empresarial. En este sentido, ¿cuáles son los retos del sector?

 

– El sector se encuentra actualmente en una situación delicada, con una serie de circunstancias que le van a afectar directamente (el recientemente firmado primer convenio nacional, un nuevo ciclo de recesión que se augura,…) y con nuevos agentes (grandes inversoras, grupos de compra, asociaciones de distinta naturaleza…) que se están consolidando y aportando su nueva visión del negocio. Hace ya unas décadas llegó la profesionalización, digamos, más técnica, y ahora estamos experimentando una profesionalización en la parte más empresarial del negocio. En el ecosistema en el que viven actualmente las clínicas veterinarias, la supervivencia vendrá dada por la capacidad de adaptación y la visión empresarial de los negocios.

El reto de CEVE Aragón, por otro lado, es convertirse en el interlocutor real con la administración y con los políticos, para colaborar proactivamente aportando el conocimiento técnico y científico en la elaboración de la legislación que nos regula. Nuestros interlocutores se pueden beneficiar de nuestra experiencia y nuestra comprensión de la situación actual y de la problemática de nuestro sector, así como de las oportunidades que pueden surgir de la colaboración. El reto es que cada vez haya menos gestos de sorpresa allí donde vamos a explicar nuestra situación y los objetivos a los que queremos llegar.

 

¿Y cuál es la relación de CEVE con el entramado empresarial aragonés?

 

– Tenemos la convicción de que podemos tender muchos puentes de colaboración con otros sectores empresariales, como el turismo, otros sectores relacionados con la ganadería e incluso el sector farmacéutico, para la consecución de objetivos comunes y la creación de sinergias efectivas y duraderas. La pertenencia a CEOE Zaragoza, nos ayuda muchísimo en este aspecto puesto que la sinergia entre asociaciones empresariales y los contactos que nos facilitan están a la orden del día.

 

– En un territorio con fuerte presencia del mundo rural como es Aragón, ¿el papel del empresario veterinario es más destacado o relevante que en otras Comunidades?

 

– El empresario veterinario aragonés tiene una presencia muy activa en el mundo rural, por las propias características de la Comunidad Autónoma, con mucho peso en el sector agrícola y ganadero. Antiguamente, las autoridades en los pueblos eran el alcalde, el médico, el cura y el veterinario, y en el caso de éste último, si bien ya no es una autoridad como tal, sigue ejerciendo un papel fundamental en la economía local rural.

 

– Como asociación, ¿cuáles son las tareas de CEVE? ¿Cómo ayuda a sus asociados?

Un sector como el nuestro, que históricamente se ha interesado poco por el entramado empresarial, necesitaba urgentemente una representación más allá de la puramente profesional, ya que había y hay unas necesidades de ámbito empresarial que no estaban cubiertas. La representatividad como grupo es primordial y las ventajas competitivas que tenemos por ser de la asociación son beneficiosas para todos.

Contamos con una formación continuada en aspectos técnicos y empresariales, y con ventajas en servicios que son de aplicación diaria en nuestros negocios y que revierten muy positivamente en ellos.

 

– Cuando pensamos en profesiones sanitarias, no siempre pensamos en veterinarios. Y esa es una de las líneas de trabajo de Ceve. ¿Cómo se consigue cambiar esa percepción?

– Los veterinarios ya estamos incluidos entre las profesiones sanitarias, pero actualmente seguimos dependiendo de Agricultura. En pleno siglo XXI, con la evolución de los Centros Sanitarios Veterinarios y de nuestra profesión, nos sentimos más cercanos a formar parte del ministerio de Sanidad.

En las sucesivas reuniones que hemos venido manteniendo, hemos planteado el estado de nuestro sector, vamos visibilizando las necesidades y el valor que podemos aportar a la sociedad.

 

– Otra de sus reivindicaciones es la regulación de la formación. ¿No basta con tener la carrera universitaria para ejercer?

– Para ejercer, sí. Pero para hacerlo bien y ofrecer siempre a nuestros pacientes la medicina veterinaria de mayor calidad, no. Nuestro sector se ve diariamente condicionado, de manera positiva, por los avances científicos, lo que nos obliga a vivir en constante formación. A pesar de lo conscientes que somos de la necesidad profesional de estar siempre clínicamente actualizados, la formación en gestión no parece atraernos de la misma manera, y ahí es donde la asociación empresarial hace de catalizador. Además, las especialidades cada vez se abren camino de la manera más natural, siendo fuertemente demandadas por el mercado, y actualmente no forman parte del contenido curricular de la carrera universitaria.

Por otro lado, tenemos una carencia importante a nivel de formación reglada en el campo de los Auxiliares de Clínica Veterinaria (ACVs). Hoy en día no hay ninguna formación homologada de calidad y controlada, por lo que estamos desarrollando un proyecto importante para impulsar la homologación de estas ACVs. En Baleares ya ha tenido su primera convocatoria, con gran aceptación por cierto, pero se ha hecho visible que el nivel de estas auxiliares demuestra carencias, ya que las personas que han superado todo el proceso han sido muy pocas. Esto pone de manifiesto la necesidad de ajustar esta enseñanza a las verdaderas necesidades de nuestros Centros Sanitarios Veterinarios.

 

– CEVE Aragón está integrada en la Confederación Empresarial Veterinaria Española. ¿Cuál es el papel de CEVE Aragón en el plano nacional?

Actualmente pertenecemos a la confederación nacional todas las CCAA excepto Cataluña, Extremadura, País Vasco y La Rioja, aunque ya se está trabajando para su formación en varias de ellas. Obviamente, la estrategia a nivel nacional es común, pero cada territorial sigue su propia línea de trabajo adaptada a la idiosincrasia y a las necesidades de cada Comunidad Autónoma.

El papel de nuestra territorial es visibilizar las necesidades de los empresarios veterinarios aragoneses, que pueden ser diferentes de otras territoriales, y apoyar en las decisiones que se tomen a nivel nacional, mientras que recibimos el apoyo que se nos brinda desde la Confederación nacional en los proyectos que se inician en nuestra territorial.

 

– CEVE Aragón se creó hace apenas dos años, por lo que aún tiene mucho recorrido por delante. ¿Cuáles son sus próximos planes y proyectos?

 

Seguir trabajando por y para nuestros socios, mejorando la adecuación de nuestros negocios a los nuevos tiempos, potenciando los aspectos de la gestión empresarial y a la adaptación a las nuevas tecnologías. Establecer puentes colaborativos con los partidos políticos y con la Administración aragonesa, poniendo encima de la mesa líneas de trabajo proactivas y darnos a conocer a nivel del mundo empresarial veterinario aragonés, aportando nuestro conocimiento para una mejor labor social. Y otro de los planes de futuro más inminente que nos planteamos es contribuir a la consolidación del primer convenio nacional veterinario, que creemos necesario y que va a ayudar a regular mejor el sector.