Más de 9.700 autónomos se han visto obligados a pedir en Aragón ayudas por cese de negocio o pérdida del 75% de los ingresos en el último año

Ataca a los autónomos más vulnerables en el momento más inoportuno

 

Zaragoza, 23 de febrero de 2021.- CEOE Zaragoza es totalmente contraria a los planteamientos que se han hecho públicos en los últimos días respecto a subidas de las cotizaciones sociales tanto para autónomos como para trabajadores por cuenta ajena.

En el caso de los primeros y tras la publicación de noticias sobre una reforma preparada por el Gobierno del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) que podría llegar a casi doblar la cuota mínima mensual actual (de 289 a 433 euros), el Comité Ejecutivo de CEOE Zaragoza, reunido hoy, manifiesta su rechazo frontal a estos planteamientos, que pueden ser la puntilla para muchos autónomos en la situación económica actual.

Recuerda que las subidas de las cotizaciones por contingencias comunes y cese de actividad contempladas en el RDL 28/2018 para 2020 y 2021 eran progresivas y no por esas cuantías, y que su aplicación ha debido retrasarse precisamente ante la grave situación económica que estamos atravesando a raíz de la pandemia y que afecta en gran medida a los autónomos, siendo ya más de 1.300 los que se han visto obligados en Aragón en un año a cerrar sus empresas con trabajadores y más de 9.700 los que han tenido que solicitar las ayudas previstas para el colectivo por cese de actividad o por tener ingresos por debajo del 75% de los que registraban el año anterior.

La realidad de la situación económica y sanitaria ha dejado obsoletas medidas adoptadas cuando la economía nacional crecía al 3% y que van a aplicarse con descensos del PIB del 11% y sin certidumbre clara de cuando pueda iniciarse la recuperación con mínimas previsiones de continuidad.

Ante esta situación, se hace imprescindible aplazar este tipo de medidas y, en todo caso, vincularlas a una negociación con todas las partes implicadas, huyendo de decisiones unilaterales por parte del Gobierno, que podrían ser contraproducentes y, pretendiendo aumentar ingresos por cotizaciones, hacer que estos se reduzcan vía destrucción de empresas y empleos.

Ante la situación económica que atravesamos, con empresas que sufren enormes limitaciones de actividad y dificultades  impuestas, no por su gestión,  por la situación sanitaria y las autoridades, parece increíble que se planteen este tipo de actuaciones cuando lo que el tejido productivo y el empleo necesitan son ayudas directas y urgentes, entre las que los aplazamientos y rebajas o congelaciones fiscales y de cotizaciones deberían ser las primeras.